ESTHER FERRER: TODAS LAS VARIACIONES SON VÁLIDAS, INCLUIDA ESTA


TODAS LAS VARIACIONES SON VÁLIDAS, INCLUIDA ESTA

Esther Ferrer trabaja con las mutaciones estéticas y políticas que se producen en los años sesenta del siglo XX, desde la creación de objetos hasta la intervención en el espacio público como lugar de contestación  a la autoridad hegemónica y búsqueda de nuevas formas de comunicación. Más explicitamente, en las corrientes del minimal y en los desplazamientos que los feminismos originan en ellas al otorgar posibilidades a lo serial, por medio de la repetición, de acercarse al absurdo y utilizar el cuerpo como vehículo crítico.




El palacio de Velázquez se convierte en lugar de performance y exposición en el que Esther Ferrer muestra la idea común subyacente al conjunto de obras creado a lo largo de la carrera de la artista. Centrada en el cuerpo como crítica social utiliza fotografía, obras plásticas, piezas sonoras, videos, secuencias de fotografías paradigmáticas. Con la obra Poema de Números Primos, motivada por su interés en los conceptos de infinito y tiempo:

En los laterales del palacio se expone El Tiempo Pasa (los días)--origen de toda su obra realizada en fotografías:


Esther Ferrer es de Euskadi y también lo muestra en su obra, ya que a parte de cantar "Hegoak ebaki banizkio" de Mikel Laboa en una de las performance se muestran una mujer y un hombre en el que a la vez que dan pasos tocan el suelo con varas que crean un sonido muy parecido al de la txalaparta vasca.
Imágenes de Eneritz Murillo

En mi opinión Esther Ferrer crea un trabajo feminista e inclusivo que no deja atrás a nadie ya que acepta todo tipo de variaciones en loa creación de cualquier cosa, donde ella pone el simple ejemplo de un cuadrado y sus deceneas o centenar de posibilidades de creación.

Eneritz Murillo
12 de noviembre 2017


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